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jueves, 11 de febrero de 2016

Eucaristía

Por: Pedro Us 
(Integrante Grupo)

Ella es nuestro encuentro más cercano con Dios, muchas personas creen que el Hijo de Dios, Jesucristo vendrá escandalosamente, mas sin embargo; no se han dado cuenta de que Él ya está entre nosotros. En la Eucaristía nosotros tenemos la dicha de encontrarnos con Él y de esta forma permitirle que entre en nuestro corazón, a la vez que nos damos la oportunidad de hacernos uno con Él.
Todos los católicos tenemos entonces la dicha de tener entre nosotros al hijo de Dios hecho hombre, algunos no se dan cuente de este favor tan especial; he de decir que de manera especial nosotros los jóvenes, puesto que en muchas ocasiones nos dejamos llevar por los “apetitosos ofrecimientos del mundo” y así nos olvidamos de la Eucaristía.

Por razones como esta muchos jóvenes hoy en día andan “perdidos” en el mundo, no saben a quién acudir cuando tienen problemas, no saben con quien compartir las alegrías y derrotas; de esta forma no llegan a ser felices, por la sola razón de no estar cerca de Dios.

Entonces nuestra felicidad está en estar cerca de Dios, servirle, amarle y seguirle, está en esto pues el sentido de nuestra existencia. Es así como la Iglesia nos da concede la dicha de tener a la mano variedad de sacramentos, la comunión que nos permite consumir el cuerpo de Cristo, el bautismo que nos borra el pecado original, la confesión a través de la cual se nos muestra la infinita misericordia de Dios.

Luego está la confirmación, en la cual se vuelve a repetir aquel episodio de la venida del Espíritu Santo sobre la Virgen María y los apóstoles; esto nos da a entender que como jóvenes tenemos que ser como los apóstoles, en el sentido de predicar con el ejemplo más allá de las palabras.


La iglesia es entonces semejante a una mina, en la cual encontramos tesoros tan grandes como la Eucaristía, que en su defecto posee un valor espiritual y no así monetario; al apreciar este valor, nos acercamos a la salvación eterna, siendo este el fin último de cada seguidor de Cristo. Entonces la Eucaristía es un medio que nos lleva a nuestra salvación, solo debemos acercarnos y amarla.